Como adultos, la vida nos ha dado la oportunidad de enfrentar diversas situaciones que nos han fortalecido, sin embargo, los niños y adolescentes aún se encuentran en desarrollo y descubrimiento de sus emociones, por lo que, el manejo de las mismas aún están en proceso.
Esto genera una preocupación por cómo nuestros estudiantes han vivido los meses de confinamiento y cómo esto se reflejará en el regreso a clases de forma presencial.
Es por esta razón que necesitamos trabajar en conjunto para lograr una transición con acompañamiento. Los docentes nos hemos estado preparando para dar este paso, y lo lograremos con mayor facilidad si en casa, de forma paralela, se apoya a los niños y adolescentes a identificar sus emociones para manejarlas tomando en cuenta lo positivo del regreso como es recuperar el vínculo con amigos y maestros, aprender jugando e investigando y compartir los descubrimientos y nuevos conocimientos, desarrollar habilidades para alcanzar objetivos y comprender que la vida cambia y nos coloca retos que nos hace reconocer aspectos que nos hacen mejores seres humanos.
Regalémonos cada día un espacio en familia para recuperar los aspectos positivos del día, de tal manera que la ansiedad disminuya y la esperanza recupere fuerza para seguir adelante con la mejor actitud.
Por: Miss Estrella González Martínez
Coordinación de Personalización